lunes, 26 de octubre de 2015

gastronomia


Gastronomía

La cocina jalisciense ha contribuido ampliamente a dar fama internacional a la gastronomía mexicana. Los platillos jaliscienses tienen una relación directa con los productos locales como el maíz, el fríjol, la calabaza, el trigo, el agave y los árboles frutales.

Algunos de los platillos más representativos son: la birria, el pozole blanco o rojo, los sopes, el guacamole, frijoles charros, el menudo, las tortas ahogadas, la carne en su jugo, las enchiladas rojas y verdes, los tamales de elote, el borrego al pastor y los tamales de frijol entre mucha más variedad. Uno de los platillos que se han incorporado en las últimas décadas son los tacos al pastor, sobre todo en el municipio de Atotonilco el Alto aunque el municipio de Aradas es también reconocido por sus tacos.

Entre sus dulces sobresalen el alfajor, palanquetas de cacahuate o pepitas de calabaza, cocadas, dulces en conserva, dulces de leche, la jiricaya, perones enmielados rojos, algodones, buñuelos, camote y calabaza enmielada




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Mientras que en sus bebidas el tequila, aguamiel, pulque, tejuino y aguas frescas de horchata y de frutas naturales, marcan la distinción.

La cocina jalisciense es un espacio en el que se unen, por un lado la elaboración de platillos, en los que se distinguen los guisados, salsas, aún las más picantes, dulces y bebidas que se destacan por su apariencia y exquisito sabor, por otro lado los utensilios y productos necesarios para su preparación.

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